La ansiedad precompetitiva es uno de los problemas más comunes en todos los deportistas. Una elevada activación en el momento de la competición puede tener consecuencias funestas para el deportista. A veces este exceso de activación viene acompañado por un estado emocional negativo, sentimientos de tensión y nerviosismo, pensamientos molestos y preocupaciones, convirtiéndose así en Ansiedad Precompetitiva. Este hecho no se da solo en situaciones deportivas, sino que puede darse en cualquier ámbito de la vida, como un examen o una entrevista de trabajo, una charla o ponencia, etc.
Aunque el entrenamiento para evitar la ansiedad competitiva debe ser prolongado y constante, aquí van 5 claves para poder enfrentarla:
Entrenar en las condiciones más parecidas a la competición.Vestirse con la misma ropa o equipación, tener público, generar distractores. Es importante para el que el día de la competición sea una situación lo más parecida a nuestro día a día y por lo tanto no la percibamos como amenazante.
Practicar la visualización: imaginarnos a nosotros mismo realizando el ejercicio BIEN, y desde dentro, no como espectadores de nosotros mismos. Al realizar la práctica imaginada, se activan las mismas conexiones neurales que cuando lo estamos realizando de verdad. Con lo que cuanto más lo practiquemos más acostumbrado estará nuestro cerebro y una vez más, disminuiremos la posibilidad de percibir esa situación competitiva como amenazante.
Aprender a Respirar. Si el aire lo dejamos en el pecho y no llega al abdomen no hemos introducido el suficiente oxígeno en nuestro cuerpo para distribuirlo entre nuestro cerebro y nuestros músculos con lo que realizando una o varias respiraciones abdominales, aportaremos la oxigenación necesaria antes de realizar cualquier técnica o actividad.
Entrenamiento en Relajación. Entrenarse con distintas técnicas de relajación y activación para conseguir un rendimiento óptimo en el momento de la competición. Asociar estímulos u objetos a las sensaciones de relajación o activación para conseguir más rápidamente este estado.
Planificación. Llevar un diario con los objetivos, sensaciones, sentimientos, logros conseguidos y por supuesto horarios es fundamental. No solo el día de la competición sino en el día a día del deportista.
Por supuesto, la clave para no generar más presión de la necesaria es que el deportista y su entorno mantengan el objetivo principal en disfrutar con lo que se está haciendo y no en conseguir resultados.
Para terminar os dejo este video esquemático en el que tenéis toda esta información resumida en menos de 3 minutos.
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